Se ha dicho en diversas ocasiones que las crisis, por duras que sean, representan también oportunidades. En estos tiempos es especialmente importante tener esto en cuenta porque para sobrevivir, adaptarnos y crecer hay que saber detectar las oportunidades de innovación.
La pandemia por COVID-19 ha permeado todo, desde nuestras vidas personales -cómo vivimos, trabajamos e interactuamos con otros- hasta el ámbito profesional -la relación de las empresas con sus clientes, la forma en que se toman las decisiones de qué y cómo comprar y cómo llegan los productos hasta los clientes-.
En medio de todos estos ajustes han surgido muchas oportunidades de innovación. Sin embargo, ver las oportunidades no significa que automáticamente sepamos aprovecharlas. Según estudios, menos del 30% de los directivos de empresas dicen sentirse preparados para afrontar los retos que conlleva innovar.
¿Qué podemos hacer para preparar nuestra empresa para abrazar la cultura de la innovación? De esto hablaremos en este artículo.
Primero lo primero:
¿Qué es innovación?
Innovación es el desarrollo y la aplicación de ideas con el fin de mejorar tecnologías, productos, procesos y servicios que ya existen. También es posible innovar detectando una necesidad y creando algo nuevo desde cero.
La innovación puede ayudar al crecimiento de tu empresa incrementando su productividad y eficiencia. La habilidad que tengan para innovar continuamente los hará resilientes a los cambios y los mantendrá competitivos en el mercado.
¿Dónde puedes innovar?
Las empresas que innovan, generalmente lo hacen en alguna de las siguientes categorías:
– Producto o servicio:
Se trata de desarrollar nuevos productos o servicios, mejorar los productos o servicios que ya tienen o generar nueva tecnología.
Por supuesto que existen innovaciones tecnológicas reconocidas mundialmente, como la introducción del iPhone en el mercado. Sin embargo, no todas las innovaciones importantes tienen que ser tan mediáticas.
Pensemos, por ejemplo, en el palo de escoba. Una sencilla innovación que evitó que tuviéramos que barrer de rodillas y agacharnos para levantar la basura. Suena simple, pero su impacto es grande porque facilitó la vida de las personas en todo el mundo.
El punto es que, cuando pensamos en innovar, ninguna idea es demasiado pequeña. Hay que considerar todas las posibilidades, por simples que parezcan.
– Procesos:
Mejorar procesos operativos de manera que hagamos más eficiente la producción de los bienes o servicios que ofrecemos.
La mejora de procesos permite a las empresas generar ahorros al aprovechar mejor sus recursos. Además, mantener una política de innovación y mejora de procesos permite que los empleados se sientan libres para contribuir con ideas creativas, lo que genera un mejor clima laboral.
Un ejemplo claro de innovación de procesos es la primera línea de ensamblaje móvil de Henry Ford. Este cambio no sólo simplificó el ensamblaje del vehículo, también acortó el tiempo que tomaba producir un vehículo, pasando de 12 horas a una hora y media.
– Mercadotecnia:
Se refiere a mejorar o modificar la forma en que son promovidos y distribuidos los productos y servicios de una empresa.
Las innovaciones en Mercadotecnia pueden implicar ajustes en el diseño o envasado de un producto, su promoción en el mercado y hasta el precio al que es ofrecido.
Un ejemplo de esto es el uso de realidad aumentada por parte de marcas de decoración de interiores. Esta tecnología permite usar apps para recrear la habitación que el cliente desea remodelar para probar los colores o los muebles que desea comprar y, si son de su agrado, adquirirlos incluso en la misma app.
Como fomentar la innovación en tu empresa
La innovación no es algo que sucede así nada más. Necesita ser fomentada al interior de las organizaciones con acciones concretas. Por ejemplo:
Alentar a los equipos de trabajo a ser creativos y proponer ideas constantemente.
Recompensar el pensamiento creativo.
No descartar ninguna idea, por descabellada que parezca.
Invertir en recursos y metodologías que promuevan la innovación.
Buscar activamente la retroalimentación de los clientes.
Innovar no es sencillo. Exige interés por parte de los líderes de las organizaciones, y necesitará recursos, tiempo y una visión analítica. Además requiere astucia y valor.
Sin embargo, tomando riesgos calculados, innovar es la única manera sostenible de adaptar las empresas a los constantes cambios y responder rápidamente a las oportunidades que surgen de las crisis.
Si deseas que tu empresa implemente metodologías de innovación y no sabes por dónde empezar, contáctanos cuanto antes. En OutHand podemos ayudarte.
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